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AIMPLAS aborda nuevas metodologías para mejorar la calidad del plástico reciclado y controlar la seguridad de los envases

El proyecto PPINPE pone el foco en mejorar la detección de polietileno y polipropileno en los procesos de reciclado posconsumo para mejorar la calidad del material reciclado final.



AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, está trabajando en dos proyectos centrados en el desarrollo de nuevas metodologías de detección y cuantificación para controlar la seguridad de los envases destinados a contener alimentos y productos cosméticos, por un lado, y para mejorar, por otro, la calidad del material plástico resultante de procesos de reciclado posconsumo de poliolefinas, entre las que se encuentran dos de los plásticos más comunes, el polipropileno y el polietileno.

En concreto, el proyecto PPINPE pone el foco en mejorar el proceso de análisis del material plástico reciclado para favorecer la calidad de los compuestos reciclados, ya que “durante los procesos de reciclado posconsumo, la separación total de poliolefinas no es siempre totalmente efectiva”, ha afirmado el investigador en Caracterización y Ensayos de Materiales en AIMPLAS, Miguel Ángel Mafé.

“Mejorar los procesos para cuantificar de forma exacta el polipropileno y el polietileno de una mezcla posconsumo destinada a reciclarse es un reto que debemos solucionar en el marco actual de la industria del plástico, en la que existe una tendencia al alza en el uso de materiales reciclados para favorecer la economía circular, y también se busca una mejora sustancial de las materias primas recicladas”, ha añadido Mafé.

El objetivo general de este proyecto se centra en el desarrollo de una metodología que simplifique el proceso de caracterización para la cuantificación de la cantidad de la poliolefina no objetivo. Es decir, cuantificar el contenido de polipropileno (PP) en material cuya matriz principal es el polietileno (PE), o viceversa. Esta metodología permitirá detectar contaminaciones, prever la calidad del material, anticipar posibles pérdidas o variaciones de requisitos de desempeño cuando se realicen mezclas con materiales no contaminados, todo ello para favorecer un reciclado con una mayor calidad.

Las empresas Plastics Casaravi, Eslava Plásticos y Durplastics colaboran en el desarrollo de esta investigación.

Seguridad de envases cosméticos y alimentariosPor su parte, el proyecto NIAS NOVO aborda una metodología innovadora basada en la detección, identificación y semicuantificación de sustancias no añadidas de forma intencionada (NIAS, por sus siglas en inglés) no volátiles, ya que son las más complejas y costosas de analizar. Esta investigación incluye, además, la evaluación de riesgos mediante aproximaciones teóricas y bioensayos in vitro. El proyecto está destinado a apoyar a las empresas para que puedan realizar una evaluación de riesgos de las NIAS no volátiles presentes en los materiales plásticos que fabrican y estén destinados al uso alimentario y cosmético. Las empresas Pérez Cerdá e ITC Packaging participan en esta investigación.

Las NIAS son compuestos químicos de naturaleza muy variada que pueden aparecer en toda la cadena de producción de un envase. La evaluación de los riesgos de estas sustancias que pueden migrar de los envases a los alimentos y cosméticos que contienen es una exigencia normativa para estos sectores y debe controlarse con tal de asegurar la salud de los consumidores.

María Lorenzo, investigadora líder del Laboratorio de Cromatografía en AIMPLAS, ha explicado que en el proyecto “estamos abarcando diferentes materias primas como plástico virgen o reciclado, materiales biobasados y los envases reutilizables, de modo que se pueda ayudar con estos análisis a las empresas de la cadena de suministro de artículos de plástico para envases dirigidos a estos dos sectores, principalmente. El objetivo es que puedan asegurar el cumplimiento de la legislación de plásticos no sólo de sus propios productos, sino también de toda la cadena de valor y adelantarse así a futuros cambios regulatorios”.

En cuanto a las metodologías que se están aplicando, la investigadora ha añadido que “el uso de ensayos in vitro basados en cultivos celulares es una herramienta muy útil en la identificación de peligros para detectar propiedades toxicológicas como la citotoxicidad o la genotoxicidad. Los bioensayos in vitro a corto plazo desempeñan un papel cada vez más importante en la identificación de peligros toxicológicos puesto que reducen el tiempo y coste de los análisis y el uso animal respecto a los ensayos in vivo”.

En el caso de los envases fabricados a partir de material reciclado y los biobasados, existe un mayor desconocimiento de las NIAS presentes en el material. Los materiales reciclados pueden presentar contaminantes debido a su uso anterior o a su almacenaje en centros de recogida. También pueden generarse otras sustancias en los procesos de descontaminación donde se emplean condiciones severas e incluso pueden implicar la adición de otras sustancias. En cuanto a los materiales biobasados, existen muy pocos estudios donde se analicen NIAS, por lo que existe un mayor desconocimiento de las sustancias que se podrían encontrar.

Ambos proyectos forman parte del programa de ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) dirigidas a centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana para proyectos de I+D de carácter no económico realizados en colaboración con empresas para el ejercicio 2023, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea en el marco del Programa Operativo 2021-2027.

Fecha publicación: 16/05/2024

Fuente: Residuos Profesional



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